Sobreprecios de medicamentos
Fuerte disputa con laboratorios nacionales y extranjeros.
En la edición digital de Página/12, del domingo 28 de junio, el periodista Alfredo Zaiat explica que debido a los sobreprecios en la última licitación pública para la compra de cisplatino, una droga para el tratamiento del cáncer, el Ministerio de Salud de la Nación envió una nota a la Secretaría de Comercio "detallando la situación, denunciando los sobreprecios y alertando sobre los riesgos de desabastecimiento de ese fármaco en los planes nacionales".
Aplicada la Ley de Regulación de las Relaciones de Producción y Consumo, la situación se resolvió luego de un mes, y dejó al descubierto "por qué esta norma es motivo de resistencia por parte de grupos económicos concentrados" y "cuál es su utilidad para evitar abusos de firmas con posición dominante". En este caso, la intervención estatal a través de esta ley permitió un ahorro para el Estado de 512.952 pesos para los próximos seis meses y garantizó la provisión de una droga para el tratamiento del cáncer en un programa oficial que ofrece cobertura gratuita.
En la nota, Zaiat enumera otros casos en los que laboratorios ofertaron con sobreprecio en los procesos de contratación de medicamentos para HIV, tuberculosis y cáncer. Los sobreprecios van del 26 al 1317 por ciento respecto a los precios de referencia de la Sindicatura General de la Nación (Sigen) y de los de compras anteriores. "Esas variaciones no sólo imposibilitan legalmente a Salud la comprar de esas drogas en esos términos -afirma Zaiat-, sino que además le plantea un conflicto: tener que decidir frente al gasto desmesurado en un rubro (en este caso de medicamentos) sobre qué otra área o programas de salud recortar presupuesto". Con el antecedente favorable en el caso de la droga cisplatino, Salud apeló nuevamente a la Ley de Regulación de las Relaciones de Producción y Consumo.
Más allá de los casos específicos, Zaiat expone que "esta tensión por los precios expresa la confrontación del concepto de Salud como derecho o como mercancía. Son dos modelos antagónicos". La política de medicamentos del Estado apunta a la distribución de medicamentos como un bien social dentro de un caudal de programas sanitarios para mejorar el acceso de la población a medicamentos e insumos médicos. La actitud de los laboratorios y "Los sobreprecios afectan el despliegue de esa política y la ley de Regulación de las Relaciones de Producción y Consumo se ha convertido en una primera instancia para ordenar un mercado tan sensible".