Los ministros de Salud, Daniel Gollan, y de Agricultura, Ganadería y Pesca, Carlos Casamiquela, firmaron una resolución conjunta para poner en marcha una Estrategia Nacional para el control de la Resistencia Antimicrobiana y así "garantizar un uso responsable" de esos medicamentos para la salud humana y animal. El acto se llevó a cabo en el Salón Gris del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, ubicado en Paseo Colón 982, Ciudad de Buenos Aires, y participaron funcionarios de ambas carteras, de organismos dependientes como la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), del Servicio Nacional de Sanidad Animal y Calidad Agroalimentaria (SENASA) y del Programa Remediar de la cartera sanitaria nacional.

 

Además, también estuvieron presentes representantes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Organización Mundial de la Sanidad Animal (OIE), y del ámbito académico, médico, veterinario y farmacéutico.

 

Estrategia Nacional para el control de la Resistencia Antimicrobiana

La resolución firmada por Gollan y Casamiquela creó la Comisión Nacional para el Control de la Resistencia Antimicrobiana que apunta a tratar un problema "de origen multifactorial y alcance global, que trasciende fronteras y estructuras de gobierno y requiere acciones inmediatas, integradas y multisectoriales". En este sentido se destaca que "el uso masivo de medicamentos antimicrobianos ha traído la aparición de resistencia, uno de los mecanismos que tienen los microorganismos para defenderse de un medio hostil o desfavorable" y que "muchos procedimientos médicos dependen de la efectividad de los antibióticos y en la medida que aumenta la resistencia a los antimicrobianos estos procedimientos se vuelven cada vez más riesgosos".

 

Por su lado, Gollan afirmó que "las bacterias cada vez son más resistentes a los antibióticos, por lo que esos medicamentos no hacen efecto: este es un problema de alcance global y lo estamos afrontando en forma multidisciplinaria con todos los organismos del Estado y de la sociedad civil y científica competentes". Mientras que Casamiquela explicó que "hay una alta vinculación directa entre salud humana y salud animal: alrededor del 60 por ciento de los patógenos que afectan a la salud humana tienen origen animal y lo que hemos hecho es trabajar desde una mirada conjunta de tal forma de que a un problema complejo se le de respuesta con aportes de especialistas del área de salud humana y animal".

Ambas posturas coinciden en que el trabajo integrado entre ministerios, y determinados institutos, va a seguir potenciando la proactividad en distintas líneas de investigación y desarrollo.

 

 

Resistencia antimicrobiana en Argentina

La situación de salud pública en nuestro es país es similar a la de muchos otros países. Al igual que viajan las epidemias, lo mismo pasa con las bacterias multirresistentes.

En la estrategia nacional para combatir la resistencia, el año pasado la Secretaría de Promoción y Programas Sanitarios del Ministerio de Salud de la Nación convocó a distintas entidades y organizaciones para generar una estrategia de control orientada a impedir la propagación de bacterias resistentes a través de la regulación de la venta de antimicrobianos, de la promoción del uso racional y la detección y control de infecciones en hospitales y establecimientos de producción agropecuario.

 

La promoción del uso racional es clave en la estrategia. Esta premisa se articula desde el Ministerio de Salud de la Nación en todas sus direcciones y programas. En el caso del Programa Remediar se estipula en los cursos de Cuidado de Medicamentos en Atención Primaria de la Salud (CuMAPS) y de Terapéutica Racional en Atención Primaria de la Salud (TRAPS). Ambas capacitaciones tienen como propuesta inicial el uso racional, al igual que una de las líneas estratégicas para el uso responsable de antimicrobianos que buscan la capacitación y promoción del uso racional y prudente de los antimicrobianos destinada a los profesionales de salud en los ámbitos ambulatorios y hospitalarios, y la difusión en la comunidad de la importancia del uso de antimicrobianos con prescripción médica y la adherencia al tratamiento indicado.

 

La firma de este acuerdo interministerial busca encaminar esta estrategia y estrechar los lazos de colaboración entre establecimientos para frenar el uso indiscriminado de estos medicamentos que pone en peligro la capacidad para tratar enfermedades infecciosas, incrementando los riesgos para la salud y los costos sanitarios.

El problema mundial de la resistencia a los antimicrobianos
La salud de los seres humanos está conectada a la de los animales y al medio ambiente, y en este contexto la resistencia antimicrobiana es uno de los principales problemas emergentes del mundo. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS), que ya ha puesto en marcha una Estrategia Mundial para contener la resistencia, define a la resistencia a los antimicrobianos como "un fenómeno biológico natural". Cada vez que se ha utilizada un nuevo agente antimicrobiano en el ámbito clínico, los laboratorios han detectado cepas que "pueden reproducirse en presencia de concentraciones mayores del fármaco de las que se administra a las personas en dosis terapéuticas".
Esto no deja duda que la resistencia constituye un problema mundial. Si bien la estrategia a nivel mundial surge de la OMS, este organismo afirma que "gran parte de la responsabilidad de poner en práctica intervenciones recaerá en cada Estado Miembro".